En la actualidad, todos están en la búsqueda de alternativas para disminuir los daños al medio ambiente, y una de las más destacadas es la creación y aplicación del coche eléctrico. Este es un tipo de vehículo que llegó al mercado europeo en el año 2011, pero desde su creación, su equipo de trabajo no ha dejado de optimizar este sistema.

Breve evolución histórica

El interés de desarrollar nuevas tecnologías alternativas al uso de la gasolina no es algo nuevo, de hecho a mediados del siglo XIX en Estados Unidos y Europa ya se habían iniciado los estudios para el desarrollo de los coches eléctricos.

En el año 1827 el ingeniero Ányos Jedlik desarrolló una unidad rotativa que basaba su funcionamiento en el electromagnetismo, y contenía los componentes principales de los motores de corriente continua, como son el rotor, el conmutador y el estator.

El primer coche eléctrico fue inventado entre los años 1832 y 1839 por el científico Robert Anderson, y fue un carruaje que alcanzó los 6 Km/h, pero su batería no era recargable. Posteriormente, en el año 1899, fue fabricado el primer coche eléctrico español, el cual no superaba los 5 Km de autonomía.

Así como han evolucionado los dispositivos de seguridad que el cerrajero te propone, también han seguido evolucionando los coches eléctricos, de hecho en el año 1905 comenzó a circular el primer vehículo híbrido, que presentaba un motor eléctrico y otro de gasolina, pero era muy costoso.

En 1996, la General Motors lanzó su primer coche eléctrico, luego en 1997 la Toyota presentó su modelo Pirus, el cual ha sido hasta la fecha el híbrido con mayor comercialización. Y en el 2009 la Renault dio a conocer su modelo Twizy.

Pero ¿Por qué elegir un coche eléctrico?

Aunque el coche eléctrico aún requiere mejorar lo relacionado a su autonomía, contar con un vehículo con esta tecnología trae algunas ventajas que vale la pena considerar, siendo su principal cualidad el hecho que no producen emisiones durante su funcionamiento, así que son muy respetuosos con el medio ambiente.

A pesar de que el costo de un coche eléctrico es un poco más elevado que uno de gasolina, la realidad es que esta diferencia se compensa con el menor costo de mantenimiento y desplazamiento del vehículo, incluso su aparcamiento en la vía pública es gratuito en los espacios indicados.

Otra ventaja es que por ser de una mecánica más sencilla, se averían con menor frecuencia que los vehículos tradicionales, además de permitir la posibilidad de contar con mayor espacio interior, para tu comodidad y la de los tuyos.

Y respecto a su autonomía

Es cierto que una de sus cualidades menos agraciadas es el tema de la autonomía. Sin embargo, se han presentado grandes avances en este sentido. El primer coche eléctrico de la era moderna en el año 2011 tenía una autonomía de 160 Km, pero en la actualidad existen vehículos que casi alcanzan los 600 Km de autonomía.

Por otra parte, cada vez existen más puntos de carga disponibles, solo en España ya existen más de 5.000, algunos de ellos están en las autopistas y la red de autovías, así que ya puedes hacer viajes de mayor distancia respecto a tu hogar.

Por admin